Después de muchos meses me di cuenta que había dejado de escribir. Nunca entendí muy bien el por qué, tampoco es que me detuve demasiado a pensarlo, simplemente así como un día era chico y tuve mi último día jugando, en esto me pasó lo mismo, sencillamente deje de hacerlo.
Me genera una extraña sensación el dejar de hacer algo que me gusta, soy un convencido de que siempre hay que hacer lo que a uno lo entuciasma y perseguir un poco esas cosas que nos ayudan a mover los pies.
A esto le sumo una pequeña anécdota. En mi último club de fútbol tuve una de mis últimas inspiraciónes. A mis jugadores un momento antes de un partido en los que los notaba dispersos y fuera de eje les dije, " hay que actuar convencidos de lo que hacemos, y quien no esté convencido, debe actuar como si lo estuviera", poco después de terminar ese día, me di cuenta que seria un excelente disparador para un blog, pero como no había inspiración, no lo hice.
Raro no? Me gusta sentarme y poder plasmar mis ideas en palabras, también me fue muy interesante compartirlas con otras personas que se sentían identificadas y que me hacían devoluciones aun más profundas e interesantes de lo que yo podría haber escrito. Pero básicamente un día ya no hubo motivación y no concretaba el pasar a la acción.
Hoy, en este texto que se parece más a un diario íntimo que a un blog, les comparto una visión . Voy a hacer lo que les pedí a mis jugadores, voy a actuar convencido aunque no lo esté. No creo necesitar urgentemente ese entuciasmo para poder hacer algo que me gusta, simplemente actuare como si estuviese convencido. No nos hace falta el "perfect moment", hay que hacerlo y ya fluirá.
Hasta luego....
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