Texto alusivo al proceso creativo del libro "El arte de formar un luchador"
A veces pienso que sería de mi vida si no confiara en mí. Y siempre termino en la misma conclusión, creo que estaría sumergido en una tristeza muy profunda. Imagino que fuese si lo hiciera, y lo que pasaría conmigo. El levantarme sin un propósito y solo tener la sensación de querer pasar el día sin sobresaltos, como si tuviera miedo a equivocarme o en arriesgarme por lo que quiero, sin que nada me perturbe, me saque de esa sensación de comodidad, no sería yo, quizá solo un mal retrato, uno pintado a medias, nada de lo que pudiese estar orgulloso.
No pienso que el miedo sea algo malo, siempre siento miedo, aunque nunca dejo que eso me domine. La otra vez leí una frase que me pareció muy impactante, sabía que en algún momento la iba a usar, ahora se las comparto, decía así “El miedo se desperdicia en los cobardes” y cuando la vi, me voló la cabeza, automáticamente la guarde por que consideré que era justa para lo que yo pensaba al respecto. Se me vino a la mente como para algunos ser un cobarde es sinónimo de algo que se debe ocultar, y para otros es todo lo contrario, es la emoción que te pone alerta, la que te ayuda a trabajar al máximo de tu potencial.
Siempre digo que todos tenemos miedos, es un sentimiento recurrente para todas las personas. Yo siempre me pongo de ejemplo, porque quizá algunos pueden tomar a mal ser nombrados como temerosos. Por el contrario, yo creo ser EL MEJOR MIEDOSO DE TODOS. A lo que me refiero, es que no dejo que ese miedo me consuma y me termine haciendo mal. Lo asumo con cierto “coraje”, ósea, hago las cosas igual. Por más que por dentro tenga nerviosismo y ansiedad. Uso ese sentimiento a mi favor, concibo que es parte de mi esencia y no lo escondo con vergüenza, por el contrario, entiendo que termina siendo de mis mejores virtudes.
Tengo gran confianza en mí mismo, y aunque a veces me toque fallar, nunca pienso en que las cosas van a salir mal. Creo en aventurarme y que tarde o temprano todo se va a alinear a mi favor, como si fuese algo místico, aunque realmente no creo en esas cosas. Se podría pensar “uh…este no tiene miedo a nada” y es absolutamente todo lo contrario, ciertamente el miedo es mi amigo y siempre que logre comprenderlo, sé que se va a poner mi camiseta y jugar a mi favor.
Por Elias Romero
"El miedo aveces nos hace dudar, no animarnos, pero también hace que seamos más fuertes" Eso me lo dijo una persona hace un tiempo y siempre la tengo presente.